Estoy cansado, tanto física como mentalmente. La verdad de la cuestión es que dejar de cortarse es vivir la vida en un estado de rehabilitación constante. Por mas morbo que suene no deja de ser una droga, algo que te hace sentir bien al instante pero que tiene al mismo tiempo efectos secundarios no deseados. Siempre esta ahí, la posibilidad de consumir esta al alcance de la mano. Es tentador, una dosis de vez en cuando nunca viene mal. Pero siempre quieres mas, necesitas mas y de mejor calidad. Y nunca vuelve a ser lo mismo, necesitas mas, ir mas allá con uno solo no basta, a veces la cantidad no importa, buscas otros métodos otras formas, experimentas de la manera mas morbosa que se te ocurre. Y así es como caes en un circulo vicioso de nunca acabar. Te deprimes, consumes, te deprimes porque consumes y entonces consumes todavía mas.
Es rara la contradicción entre hacerlo y no hacerlo. Si no lo hago tendría que ser por mi, pero la verdad es que no es por mi, es para no lastimar a otros. Si lo hago es por mi, para sentirme mejor yo. ¿Porque esta tan mal? La verdad es que si uno quiere, nadie se entera. Se enteran solo cuando quieres dejarlo, necesitas ayuda para frenar. Aunque a estas alturas, ya no se para que frenar, solo quiero dejarme llevar.
La historia sin fin...
La fluidez con la que corren las palabras delatan lo mucho que necesitaba volver a hacer esto.
Te odio porque me recuerdas que yo pienso igual. Pero te quiero, porque te recordaré como me hiciste pensar una vez.
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